VÍDEO BODA HOTEL EL FAR DE SANT SEBASTIÀ
Los invitados de esta boda volaron miles de kilómetros desde diferentes partes del mundo para poder acompañar a Victoria y a Tray en el día más feliz de sus vidas. Es por eso que los novios, una pareja de neoyorquinos, no podían ocultar su agradecimiento a sus familiares y amigos por haber hecho tal esfuerzo y así ayudarles a hacer su sueño realidad. Y es que reunir a todos los seres queridos en un mismo lugar, y que éste se encuentre tan alejado de las respectivas casas, no es tarea fácil. Seguramente por este motivo a la novia le costaba contener las lágrimas cuando daba las gracias a los invitados, cuando se daba cuenta de que lo que le había parecido casi imposible finalmente lo estaba viviendo en primera persona.
Pero no sólo los novios estaban encantados de vivir la experiencia de casarse en un espacio espectacular rodeados de los suyos, sino que los invitados también se sentían afortunados de vivir y formar parte de un evento digno de película, tal y como explica el padrino de bodas. Y es que seamos sinceros, no todo el mundo tiene la suerte de poder celebrar una boda en un lugar privilegiado de la Costa Brava, con unas vistas panorámicas del mar y la playa de Llafranc.